Me levanto y mi alma canta salmos llenos de alegría a Ti,
Mi corazón no deja de cantarte y alabarte “Eres la roca
de mi vida”
Todos los días llego a tu presencia, sencillamente
no puedo huir de ti.
Cuan alto y profundo es tu amor colma de miel y perfume
mi vida.
En las líneas de tus manos están las profundidades de mi
existencia.
Las montañas más altas del mundo te pertenecen al igual
que el mar.
Como no serlo y Tú los hiciste, en todas partes está tu
presencia.
Desespero por adorarte y arrodillarme ante ti el hacedor
de mi vida.
Eres mi único y gran Dios, tu amor camina sobre mí como
oveja por su prado.
Inclino mi oído para oír tu dulce voz, es tan tierna y
dulce que quebranta mi vida.
Líbrame de tentarte y probarte, jamás quisiera verte
disgustado.
Permíteme conocer tus caminos y jamás divagar en mi
corazón.
Nunca permitas que mis obras sean impuras, siempre quiero
estar a tu lado.
Todos los días quiero entrar tu reposo, escóndeme dentro
de tu corazón “JESUS”
Inspirado en el Salmo 95
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