sábado, 5 de junio de 2010

Proseguir

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Filipenses 3:13-14


Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

REFLEXIÓN:

La Carta a la Iglesia de los Filipenses fue escrita por el Apóstol Pablo mientras estaba prisionero. Podría decirse que en aquellos tiempos era una iglesia ideal en muchos aspectos y fue fundada por Pablo en su segundo viaje misionero en medio de una tempestad de persecuciones, sus comienzos podemos encontrarlos en Hechos 16:12 en este texto leemos que se trataba de una importante ciudad romana. Este gran versículo extraído de esta carta nos ofrece de manera clara la actitud que debemos tener ante la vida y la meta en común que todo creyente debe perseguir. En esta epístola encontramos una de las afirmaciones más poderosas que el seguidor y servidor de Jesús puede aplicar para su vida, y es esta: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece Fil. 4:13, además de esta afirmación hay muchas otras que resaltan la victoria y el gozo que podemos experimentar en medio de circunstancias adversas. Es impresionante ver como este gran Apóstol podía expresarse de esta manera en medio de situaciones tan difíciles, al punto de decir; Extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús Fil. 3:14. Si aún no has leído esta epístola del NT te recomiendo que lo hagas porque de seguro te dará herramientas, fuerzas y aliento para enfrentar todas las situaciones difíciles que la vida te presente, en ella también hay consejos y enseñanzas para la vida del creyente.

Cuando el Apóstol Pablo dice; “Olvidando ciertamente lo que queda atrás” claramente lo decía por lo que él había sido mientras fue un soldado Romano, para el que no sabe, Pablo fue un activo perseguidor de los cristianos bajo la influencia de los fariseos. De hecho él fue de los que participó y asintió en la ejecución de Esteban primer mártir de la iglesia de aquel entonces, quien fue víctima de lapidación (Lanzar piedras contra un reo) no como consecuencia de la barbarie de la multitud, sino como cumplimiento de una ejecución judicial, pues Saulo contaba con la aprobación del gobierno Romano. Él mismo dijo esto: Porque ya habéis oído acerca de mi conducta en otro tiempo en el judaísmo, que perseguía sobremanera a la iglesia de Dios, y la asolaba; y en el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres. Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia Gálatas 1:13-15.

De esta manera el Apóstol nos confirma el Poder de la mano de Dios y como extendernos a una vida nueva en Jesucristo, olvidando todas aquellas cosas que impiden tener una relación personal y viva con nuestro Padre Celestial. Amigo lector quizás usted en su vida haya experimentado un sin número de situaciones que lo han marcado de forma significativa y ha afectado de forma negativa su presente, pero permítame decirle (así como el Apóstol Pablo) que lo importante es extendernos hacia adelante olvidando todo lo que quedó atrás y con nuestra mirada en la meta que es el supremo llamamiento de Jesucristo, No sé que tan difíciles y duras sean esas situaciones pero le comento que su futuro será mucho mejor que su presente y que siempre hay una oportunidad para “proseguir” y arrebatar el reino de Dios que dicho sea de paso es para los valientes, y como dice un amigo “Estoy mejor que ayer y peor que mañana”.

SABÍAS QUE???

Jesucristo nos exhorta a ser valientes y tomar el Reino de Dios, Él mismo dice; Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan Mateo 11:12.
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miércoles, 2 de junio de 2010

El Sacrificio

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1 CRÓNICAS 21:22-24

Entonces dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, para que edifique un altar a Jehová; dámelo por su cabal precio, para que cese la mortandad en el pueblo. Y Ornán respondió a David: Tómala para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le parezca; y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para la ofrenda; yo lo doy todo. Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.

REFLEXIÓN:

Este pasaje bíblico relata el momento cuando el Rey David quiso comprar la tierra de Ornán para construir un altar. Ornán la ofreció generosamente como regalo pero David la rechazó. El Rey quería ofrecer un sacrificio a Dios. La palabra *Sacrificio* implica dar aquello que le haya costado al dador algo de sí mismo. Dar a Dios algo que no cuesta nada, no demuestra sacrificio ni compromiso.

El Juicio que Dios demanda por su naturaleza divina y perfecta es la muerte a causa del pecado. En el antiguo pacto una persona podía ofrecer un animal en sacrificio para que por su sangre sus pecados fueran borrados, más sin embargo, el pueblo ofrecía sus sacrificios y se le olvidaba su significado. Este acto mostraba el acuerdo de seguir lo que Dios establecía pero sus corazones se habían endurecido a causa del pecado. Por esta razón, Dios en su magnificencia y su inmenso amor por nosotros, entregó a su único hijo en sacrificio para que todo el que en Él crea, no se pierda, más tenga vida eterna ver Juan 3:16.

¿Cuál es el sacrificio de seguir a Jesús?

Seguir a Jesús no siempre es fácil. Con frecuencia implica pagar un precio alto y un gran sacrificio. Muchas veces sin recompensa ni seguridad terrenal. Jesucristo nunca tuvo un lugar que pudiera llamarse hogar. Ver Mateo 19:21, 8:20. Seguir a Cristo puede significar perder la popularidad, amistades, tiempo de descanso, hábitos, dinero, etc., pero la recompensa de ser su discípulo es la inversión que repercute por la eternidad.

Reflexionando un poco en todo lo que Jesús hizo y de lo que tuvo que despejarse para que nosotros pudiéramos alcanzar la salvación, hace que de mí salga algunas actitudes que no son las más correctas, muchas veces he levantado mi voz de queja por algunas cosas que no salen como quisiera, pero pensando en el sacrificio que Él hizo por mí, me doy cuenta de que en Él lo tengo todo y realmente nunca me ha hecho falta nada.

Estudiando lo que significa el sacrificio, llega a mi mente una gran experiencia que tuve y quisiera compartirla con ustedes: Hace exactamente un año, realicé un viaje a la ciudad de Caracas-Venezuela para visitar a mi madre y compartir unos días con ella. Al segundo día de estar en casa, *y digo en casa, porque a pesar de que ya he hecho una vida en un lugar diferente no hay nada como la familia* me levanté temprano y mientras me dirigía a la cocina veo a mi madre cocinando para sus hijos, y le hice esta pregunta: ¿Mamá todavía haces esto todos los días? Y ella con lágrimas en sus ojos me dijo; Hijo después de la muerte de tu papá, esto es toda mi vida, en ese momento nos abrazamos y lloramos juntos, mi corazón se conmovió de tal manera que no pude emitir una sola palabra, allí entendí lo que significa el sacrificio, mi madre decidió morir a su propia vida para que sus hijos tuvieran una vida. Esto mismo fue lo que hizo Jesucristo por nosotros, Él decidió entregar su propia vida en sacrificio para que Tú y Yo viviéramos *No es esto conmovedor*

SABÍAS QUE???

El Apóstol Pablo mientras vivió dijo esto: Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo. Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo9 y encontrarme unido a él. Fil. 3:7-8 VNI

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